Noche de difuntos
2.- Nunca he tenido una posición clara sobre la celebración de éste día. Creo que la muerte debe ser celebrada, como demuestran las manifestaciones culturales-religiosas si revisamos desde una posición antropológica las diferentes culturas del globo. Pero los ritos que me rodean para el día de difuntos me cansan e incluso me asquean. Hace unos años que decidí no hacerme el "tour" de cementerio en cementerio al que estaba acostumbrado. Me parecía muy hipócrita, puesto que lo único que no se hacía era recordar a los que no están. Para acordarme de mi padre, por ejemplo, prefiero pasear por los sitios por los que él paseaba antes que presentarme delante de su tumba. Hacerlo el día para tal celebración acordado supone, además, soportar el multitudinario asedio de viejas plañideras que vienen a compadecerte por haberte quedado huérfano tan joven. Las muy zorras siguen mirándote con cara de pena como condenándote a no haberlo superado. Y para rematar te dicen "...cuanto engordaste..." , te aprietan el carrillo como si tuvieras tres años (es entonces cuando apetece darles una patada en el coño) y siguen su inspección por el cementerio para comprobar todos los detalles y después comadrear sobre quien se ha gastado más en flores.
3.- Después de ser tan crítico con la celebración, acabé volviendo al redil. Al fin y al cabo si yendo al cementerio puedo hacer que mi familia esté feliz, no les iba a negar esa posibilidad e hice el esfuerzo. Pero bueno, mañana no voy a ir que necesito descansar o acabaré yo también en el nicho.